Los últimos avances en los programas de inteligencia artificial que pueden redactar respuestas largas y elaboradas han generado un gran debate e interés. El IB no prohibirá el uso de programas de inteligencia artificial. La razón más sencilla es que esta prohibición es una manera ineficaz de abordar la innovación. No obstante, el uso de herramientas de inteligencia artificial debe ser coherente con la política de integridad académica del IB. Esperamos que todos nuestros colegios hablen de los distintos tipos de conducta improcedente con sus estudiantes.
El IB cree que la tecnología de inteligencia artificial formará parte de nuestra vida diaria, como los correctores ortográficos, los programas de traducción y las calculadoras. Por tanto, tenemos que adaptar y transformar nuestros programas educativos y prácticas de evaluación, de forma que el alumnado pueda utilizar estas nuevas herramientas de inteligencia artificial de manera ética y eficaz. El IB no va a prohibir el uso de dichos programas, sino que trabajará con los colegios para ayudarlos a apoyar al alumnado en el uso de esas herramientas de manera ética y en coherencia con nuestros principios de integridad académica.
El alumnado debe saber que el IB no considerará que un trabajo producido (incluso solo en parte) por estas herramientas es propio del alumno/a. Por tanto, al igual que con cualquier cita o material procedente de otra fuente, debe quedar claro qué texto, imagen o gráfico generado por inteligencia artificial que se incluya en un trabajo se ha copiado de esos programas. Los programas deben mencionarse en el cuerpo del texto y debe incluirse la correspondiente referencia en la bibliografía. Al igual que en la práctica actual, según el esquema de calificación del IB, no se concederán muchos puntos (o ninguno) a un ensayo en el que la mayor parte del contenido sea citado.
Obtenga más información sobre Matt Glanville, jefe de principios y prácticas de evaluación del IB, en el blog de la comunidad del IB y en un artículo publicado por The Times.