¿No le gusta hablar en público? No es la única persona que se siente así, pero saber hacerlo puede cambiarle la vida

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Fecha de publicación: 15 de julio de 2023

Olli-Pekka Heinonen, director general del Bachillerato Internacional

Fuente: ¿No le gusta hablar en público? No es la única persona que se siente así, pero saber hacerlo puede cambiarle la vida (The Independent, en inglés).

Olli-Pekka Heinonen nos habla sobre cómo pueden ayudarnos las habilidades de oratoria a transitar entornos sociales y profesionales complejos.

¿Cuántas veces ha escuchado a alguien decir que tiene miedo de hablar en público? Puede pasarle a un colega, un miembro de la familia, una amistad o incluso a usted: enfrentarse a una audiencia hace que muchas personas sientan miedo. Sin embargo, algunas parecen destinadas a ser el centro de atención y se desenvuelven con éxito en este tipo de situaciones.

A menudo, la gente asume que hablar bien en público es un talento innato, lo que no deja ninguna esperanza para que las demás personas puedan desenvolverse con éxito en esas tesituras. Sin embargo, esto está muy lejos de ser verdad. La capacidad de expresarse de manera concisa, clara y convincente puede adquirirse de igual manera como se aprende a leer o a sumar.

La alfabetización y la aritmética son reconocidas como habilidades académicas fundamentales, mientras que la importancia de la oratoria –la habilidad de expresarse a través del habla– suele pasarse por alto. La alfabetización permite a las personas comprender y compartir ideas a través de la escritura. Las habilidades aritméticas permiten comprender los números y trabajar con ellos.

Asimismo, la oratoria faculta a las personas para comunicarse de forma eficaz a través del lenguaje hablado. Desempeña un papel importante en los contextos personales, sociales y académicos, ya que permite participar en diálogos significativos, transmitir conceptos complejos y expresar sus perspectivas. Tener una voz y ser escuchado es fundamental, pues permite al alumnado tener la agencia para transformar sus necesidades y aspiraciones en acciones.

El jueves, en un discurso sin precedente, sir Keir Starmer, líder del Partido Laborista, prometió reforzar las habilidades de oratoria del alumnado en colegios de todo el país con el objetivo de impulsar la movilidad social. Esto es un gran avance en la política educativa, pero debió ocurrir hace mucho tiempo.

En el Bachillerato Internacional (IB) se reconoce la importancia de la oratoria y se incorpora en los currículos de todos los programas. El IB hace hincapié en una educación integral que va más allá de aprender de memoria. Su objetivo es formar estudiantes que tengan curiosidad intelectual, conciencia global y se comuniquen eficazmente. Asimismo, busca fomentar la participación activa y el pensamiento crítico. El alumnado participa en discusiones y debates estructurados, donde aprende a expresar sus opiniones, escuchar activamente a las demás personas y cuestionar ideas de forma constructiva.

La oratoria puede desempeñar un papel fundamental en el desarrollo de la confianza de las personas jóvenes. La capacidad de expresarse con elocuencia y articular ideas de manera eficaz brinda una sensación de empoderamiento. Cuando los niños y niñas confían en sus habilidades de comunicación oral, es más probable que participen activamente en discusiones, expresen sus opiniones y contribuyan de forma significativa en diversos entornos. Esta nueva seguridad les abrirá nuevas puertas y les permitirá establecerse con éxito en contextos académicos, profesionales y sociales.

Cuando los alumnos y alumnas se comunican de forma eficaz, pueden participar activamente en los debates del aula, plantear preguntas reflexivas y practicar el pensamiento crítico. Al expresar sus ideas de manera clara y coherente, pueden demostrar sus conocimientos y analizar conceptos complejos.

Además, las sólidas habilidades de oratoria facilitan la colaboración eficaz, lo que permite que niños y niñas trabajen en grupos y contribuyan de manera constructiva en los proyectos. Estas habilidades mejoran el rendimiento académico y sientan las bases para tener objetivos educativos más altos, lo que ofrece al alumnado de entornos más desfavorecidos una trayectoria hacia el éxito.

Las habilidades de oratoria no solo son fundamentales en el aula, sino también para tener éxito en la vida. Además, pueden fomentar habilidades interpersonales como la escucha activa, la empatía y la adaptabilidad. Las personas jóvenes que pueden comunicarse de manera clara y persuasiva tienen más probabilidades de construir relaciones positivas, resolver conflictos de manera amistosa y manejar situaciones sociales difíciles. Estas habilidades transferibles para toda la vida aumentan la movilidad social al mejorar las oportunidades de obtener un empleo, establecer redes de contactos de manera eficaz y tener éxito en entornos profesionales.