Oriana se graduó del Hiram Bingham School en 2007. En 2012 obtuvo una doble titulación en Finanzas y Economía, con las mejores calificaciones, de la Universidad de Siracusa (EE. UU.). Actualmente realiza un máster en Informática en la Universidad de Columbia de Nueva York, después de haber trabajado durante cuatro años para el banco J. P. Morgan.
¿Cuál fue su motivación inicial para cursar el Programa del Diploma del IB?
Estudié en el Hiram Bingham School, un colegio internacional británico de Lima. Fue el primer centro autorizado en Perú para impartir los tres programas del Bachillerato Internacional. Los valores del IB están integrados en la cultura escolar y todos los alumnos deben cursar los programas completos. En retrospectiva, no he escuchado hablar de ningún otro programa que ofrezca una experiencia tan integral y profunda. La calidad de la investigación que se requiere para la Monografía y las carpetas para cada asignatura proporcionan una excelente preparación para los estudios universitarios.
Como alumna del IB, ¿cómo adaptó sus estudios del Programa del Diploma del IB a sus intereses?
Elegí Historia, Biología (NS) y Química (NS) porque tenía pensado estudiar Química o Bioquímica en la universidad. Finalmente no lo hice, pero quedé enamorada del contenido de esas asignaturas. Dos años de trabajo de clase e investigación representan un gran compromiso, por eso es importante tener la curiosidad intelectual y la motivación para estudiar las asignaturas elegidas. Después de entrar en la Universidad de Siracusa, me matriculé en Química, pero fue muy fácil después de haber estudiado Química del NS en el IB. En el PD aprendí muchas destrezas de organización y estudio, y tras una maratón de dos años de trabajo y aprendizaje, los semestres universitarios me parecieron un esprint.
Háblenos de su trabajo actual. ¿Hubo algún momento en el que supo que quería dedicarse a esta profesión?
Actualmente hago un máster en Informática en la Universidad de Columbia. Anteriormente pasé cuatro años en J. P. Morgan, en Nueva York, donde trabajé en su banco de inversiones estructurando bonos convertibles y derivados de renta variable. Después, pasé a un grupo de asesoría para financiamiento no convencional, ofreciendo servicios bancarios para instituciones financieras no reguladas, como aquellas dedicadas a la tecnología, fondos de inversiones y otras entidades de financiamiento no tradicionales.
Me han interesado las computadoras desde que soy una niña. Cuando tenía unos 12 años aprendí HTML por mi cuenta y ese interés ha variado en intensidad con el tiempo. Estudiar este programa en la Universidad de Columbia ha sido una oportunidad para dedicarme más a ello. Es una época muy emocionante en el ámbito de la tecnología, en especial con respecto a la intersección entre informática y finanzas. Siempre me ha gustado crear cosas, y encontrar formas de hacer que los procesos sean más simples y rápidos. Esto viene probablemente de mi deseo de dedicar tiempo a mis intereses y de mi entusiasmo por el diseño. La Informática reúne el fascinante proceso de solución de problemas y la satisfacción de poder aplicar inmediatamente las soluciones a situaciones de la vida real.
¿Quién fue su mayor fuente de inspiración como alumna del IB?
Hiram era un colegio pequeño con un grupo maravilloso de profesores muy dedicados. En mis clases del IB podía haber hasta quince alumnos pero, a veces, yo era la única. En ese tipo de entorno, cada profesor dejaba una huella en mí a través de su compromiso y su constante apoyo. Como la única alumna de Química (NS) de mi promoción, pasé mucho tiempo en el laboratorio y mi profesor me exigía un trabajo perfecto en cada etapa del proceso. La planificación de un experimento para mi carpeta requería una lista concienzuda de todos los pasos y los implementos necesarios, así como una obtención de datos cuidadosa, y un informe detallado con análisis y conclusiones esclarecedoras. Esta ética de trabajo es algo que se ha quedado conmigo desde entonces. Cada tarea, sin importar cuán pequeña, es significativa para la integridad del resultado final.
¿La Monografía, Teoría del Conocimiento (TdC) o CAS contribuyeron a su preparación para la universidad? ¿Hoy en día utiliza alguna de las habilidades que desarrolló con estos componentes?
La Monografía me enseñó una dura lección sobre la perseverancia. En la mitad del último año, nos dimos cuenta de que el proyecto de investigación que estaba a punto de terminar no cumplía completamente con los requisitos y que tenía que empezar de nuevo desde cero. Después de un breve momento de pánico, mi director y yo hicimos un plan para un nuevo proyecto de análisis literario y logramos salvar una parte de mi investigación y mis fuentes. La verdad es que esta situación es algo que tanto alumnos como profesionales encontrarán en algún momento, quizás en forma de proyectos descartados o de investigaciones que no van a ninguna parte. Aprendí a ser pragmática y proactiva, porque hasta los planes mejor hechos pueden fallar.
CAS también era una parte fundamental de la cultura y la educación de Hiram. A pesar de que los alumnos del PD eran los únicos que estaban obligados a hacer horas de CAS, el colegio tenía programada una hora de CAS para todos los alumnos a partir del sexto año. Todo el colegio, incluso los alumnos de prescolar y primaria, participaban a menudo en actividades relacionadas con CAS. Durante mis estudios, trabajé con niños con discapacidades de desarrollo, madres adolescentes, ancianos en hogares de reposo, personas con deficiencia visual y huérfanos, y la mayor parte de mis dos últimos años la dediqué a hacer voluntariado en la unidad de quemados de un hospital infantil.
En Siracusa, también hice mucho trabajo comunitario. Terminé por fundar y dirigir una organización de mentoría para alumnos del distrito escolar de la ciudad, a través del programa de estudios avanzados. Cuando me mudé a Nueva York, después de graduarme, fui voluntaria en el Hospital Presbiteriano y seguí estando muy involucrada con la comunidad de Siracusa: formaba parte de un consejo de exalumnos y era mentora de alumnos interesados en estudiar Finanzas.
Pienso que el IB tiene una filosofía renacentista. La investigación, el trabajo comunitario y las habilidades de pensamiento crítico que se desarrollan a través de Teoría del Conocimiento van más allá de la educación tradicional, que se centra en el contenido. El IB desarrolla destrezas en los alumnos y una manera de pensar que les ayuda a adaptarse a diferentes entornos de aprendizaje y a situaciones que requieren habilidades de resolución de problemas. Esto me ha sido muy útil desde entonces.
¿Tuvo que enfrentarse a algún obstáculo durante su educación, sus estudios o su carrera profesional? ¿Cómo lo superó?
En cierto modo, el obstáculo ha sido mi interés en diferentes campos, en apariencia distintos, en diferentes momentos de mi vida, ya que he tenido que superar la curva de aprendizaje de cada uno. Sin embargo, de la Química a las Finanzas y, ahora, la Informática, este “obstáculo” se ha convertido en el hilo conductor de una historia educativa y profesional característica del mundo moderno, en el que las áreas del conocimiento se solapan cada vez más. “El software se está comiendo el mundo”, escribió Marc Andreessen. Vemos cómo la tecnología está cambiando las finanzas, la ciencia, los servicios de salud y la manera en la que pensamos sobre la sociedad. Estoy feliz de haber cerrado el círculo para regresar a la niña de 12 años que fui cuando tecleaba etiquetas de HTML en la computadora.
¿Qué consejo les daría a los alumnos que están cursando actualmente el programa del IB y piensan seguir una carrera como la suya?
Como lo he dicho anteriormente, pienso que disfrutar las asignaturas que se eligen es fundamental para tener éxito en el Programa del Diploma, ya que son dos años muy exigentes. También los animaría a que participaran de lleno en proyectos de CAS, y que aprendieran más sobre sus comunidades y contribuyeran a su desarrollo, ya que esa es la piedra angular del progreso de nuestra sociedad. En particular, a aquellos que deseen trabajar en la banca, en informática o en áreas científicas relacionadas con los números, les recomendaría que encontraran maneras de desarrollar su creatividad. Las finanzas y la informática son dos áreas completamente inventadas por los humanos, cuya evolución ha sido alimentada exclusivamente por la innovación y la creatividad. El modelo de educación holística del IB prepara a ciudadanos globales capaces de pensar de forma crítica acerca de los problemas y las ideas de nuestra sociedad, y sobre el papel que ellos mismos desempeñan en ella.