Dakeyan Graham se graduó del Programa del Diploma (PD) del Bachillerato Internacional (IB) en el C. Leon King High School de Florida (EE. UU.). En la actualidad, es el director de Estudios Instrumentales en dicho colegio. Realizó sus estudios de grado y su máster en Educación Musical en la Universidad de Florida, completó su máster en Liderazgo Educativo en la Universidad Concordia y obtuvo su doctorado en Educación Musical en la Universidad del Sur de Florida.
¿Cuál fue su motivación inicial para cursar el Programa del Diploma del IB?
Mis padres siempre resaltaron la importancia de la educación. Fui el primero de mi familia en terminar una carrera universitaria en cuatro años. Mi madre fue la primera en obtener un título universitario y lo logró durante mi primer año de universidad. Por otro lado, siempre tuve mucha facilidad para el aprendizaje, así que al momento de buscar una institución académica en un condado que promovía programas de colegios especializados, el Programa del Diploma del IB fue la opción perfecta. Durante esa época también dedicaba mucho tiempo a mis estudios de música, por lo que también influyó el hecho de que el Colegio del Mundo del IB de nuestra área tuviese un currículo de Música muy sólido.
“Esas cualidades... nos harían entender que no existe nada fuera de nuestro alcance, no solo en el colegio sino también en la vida”.
¿Cuál de sus profesores del IB fue el más inspirador?
La profesora del IB que más me inspiró fue Christine White, mi tutora y profesora de Inglés de primer año. Siempre esperaba de nosotros más de lo que imaginábamos y sostenía esas expectativas aunque ya no estuviésemos en su clase. Que nos impusieran esas cualidades y expectativas al iniciar nuestros estudios en el IB nos impulsó a desarrollar un espíritu indomable que nos haría entender que no existe nada fuera de nuestro alcance, no solo en el colegio sino también en la vida.
Estos valores fueron reforzados por Kathryn Smith, mi profesora de Habilidades de Indagación. Era sumamente estricta, pero también se preocupaba por nosotros. Usaba el currículo para enseñarnos sobre moral y forjar nuestro carácter. Ambas profesoras eran también muy creativas a la hora de impartir el contenido y nos animaban a desarrollar nuestra propia creatividad. Me acuerdo que construí una guillotina mientras estudiábamos Historia de dos ciudades, una de mis obras literarias preferidas. Ese tipo de lecciones y, especialmente, esas profesoras hicieron que mi experiencia en el IB fuera muy memorable.
¿Cómo ha llegado hasta donde se encuentra actualmente?
Cuando terminé la secundaria, ser educador no era mi objetivo inicial. Elegí dedicarme a la educación más adelante, mientras estudiaba en la universidad. Gracias a los profesores que impulsaron mis habilidades, descubrí mi potencial para impulsar las de mis alumnos. Si no hubiese sido por aquellos profesores que cambiaron el mundo, yo no estaría formando a quienes lo cambiarán mañana. En especial, la directora de orquesta de mi colegio de secundaria, Cheri Sleeper, tuvo una gran influencia en mi vida. A pesar de que técnicamente no era profesora del IB, enseñó a una gran cantidad de alumnos, y fue una mentora y una fuente de motivación increíble.
“Pongo a mis alumnos primero en todo lo que hago”.
Al día de hoy, continúa siendo la persona que más ha influido en mi vida. Es mi segunda madre. Tuve la oportunidad de seguir sus pasos cuando me convertí en el director de orquesta de mi colegio, puesto que ocupo desde hace 10 años. Todos mis esfuerzos son para hacerla sentir orgullosa y realzar la huella que ha dejado en mí y la sabiduría que me transmitió durante todos esos años. Creo que la razón por la cual llegué a donde estoy es porque pongo a mis alumnos primero en todo lo que hago. Mi pasión, mi responsabilidad y mi cometido son influir positivamente en la próxima generación de jóvenes que cambiarán el mundo, alumno a alumno.