Estimada comunidad del IB:
Mientras escribo este mensaje, varios millones de refugiados, muchos de ellos niños, están huyendo de Ucrania debido a la invasión de Rusia. Personas de todo el mundo son testigos del avance de la guerra a través de sus televisiones y sus teléfonos. Resulta muy doloroso observar estos acontecimientos, pero no podemos escondernos de la tragedia ni proteger totalmente a nuestros niños de ella.
En el IB depositamos toda nuestra confianza en nuestros alumnos. Fomentamos su curiosidad y los alentamos para que sean solidarios, equilibrados y reflexivos. Les ayudamos a desarrollar sus habilidades para que piensen de forma crítica y se conviertan en adultos que actúan con integridad.
Pero ¿qué hacemos cuando el mundo para el que los estamos preparando con tanto cuidado parece quebrarse? ¿Qué pasa cuando el conflicto y la guerra no son solo parte de la clase de Historia, sino una realidad palpable para muchos de ellos? ¿Y qué ocurre con la confianza que depositan en nosotros, los adultos de este mundo?
En épocas de crisis propias y ajenas, tanto las personas más jóvenes como las adultas nos enfrentamos a la incertidumbre sobre lo que nos depara el futuro, y sobre cómo se verán afectadas nuestras vidas y las de nuestros seres queridos. Es por ello que, en estos tiempos, es importante proteger la capacidad de acción, y ayudar a los demás valiéndonos de los principios y la misión de nuestra comunidad.
Apoyo a nuestros colegios y alumnado
El IB condena cualquier acto bélico o violento. Según nuestros principios, hay maneras de abordar el conflicto mediante el diálogo, como una comunidad unida. Para ello nos apoyamos en la potencia de nuestro perfil de la comunidad de aprendizaje y en la convicción de que hay una condición nos une como seres humanos en este planeta que compartimos.
Es nuestra humanidad lo que nos impulsa, como organización y comunidad, a hacer lo que esté en nuestras manos para ayudar a quienes se han visto afectados, directa o indirectamente, por la guerra y sus consecuencias, así como a quienes no tienen medios, voz ni poder para actuar. Podemos y debemos poner en acción los principios que fomentamos en clase para asistir a nuestras comunidades más vulnerables y amenazadas. Así, el personal de los Colegios del Mundo del IB está colaborando estrechamente con los centros educativos, los alumnos y los educadores de Ucrania y las naciones colindantes a fin de ofrecerles asistencia, respetando siempre las leyes y garantizando la seguridad de nuestra comunidad.
Nuestros expertos en aprendizaje y enseñanza están recopilando una serie de recursos para que educadores del IB de todo el mundo puedan usarlos en sus colegios y hogares. Este material ayudará a fomentar el bienestar y proporcionará oportunidades para entablar diálogos de forma segura. Los colegios de todo el mundo se ven afectados de forma directa e indirecta por circunstancias como estas. Por lo tanto, es posible que el alumnado se encuentre en una situación de aprendizaje en medio de una crisis o aprendizaje sobre las crisis. Los recursos que nuestro equipo ha recabado servirán para dar asistencia en cuatro ámbitos: nuestro bienestar, nuestro aprendizaje, nuestras acciones y nuestras comunidades. Esperamos actualizar dichos recursos de manera continua.
Una prueba de resiliencia conjunta
Siento el mayor respeto por nuestros alumnos, padres y profesores. Me conmueve la manifestación de amor hacia la comunidad ucraniana y me llena de esperanza que tantas personas hayan expresado su rechazo ante los actos injustificables de violencia. Les animo para que sigan conversando con sus hijos y alumnos. Siempre que puedan, proporciónenles un espacio seguro para que exploren estos temas tan complejos y difíciles.
No me cabe duda de que somos una comunidad global solidaria y compasiva, y es en estos tiempos que vivimos cuando se ponen verdaderamente a prueba nuestros valores y los atributos del perfil de la comunidad de aprendizaje. Aunque nos entristezca ver lo que está ocurriendo, nunca perderemos la fe en la humanidad ni dejaremos de trabajar en pos de un mundo mejor. Deseo con todas mis fuerzas que pronto logremos la paz. Es lo mínimo que merecen nuestros niños.
Saludos cordiales,
Olli-Pekka
Olli-Pekka Heinonen, director general