Para entender este mundo complejo, los alumnos deben establecer conexiones entre lo que están aprendiendo en las distintas asignaturas y lo que ven, escuchan y experimentan en el mundo. Las ideas pueden adaptarse para los alumnos de 14 a 19 años.
Como bien saben los educadores, la contextualización de la enseñanza —relacionando los conocimientos disciplinarios con ejemplos significativos de la realidad cotidiana— es una estrategia importante para facilitar las experiencias de aprendizaje. Cuanto más puedan los alumnos relacionar su aprendizaje con contextos del mundo real, más probable será que se interesen en dicho aprendizaje.
Mediante la promoción y el establecimiento de conexiones activas entre el aula y el “mundo real”, los alumnos pueden comprender mejor el complejo mundo en el que vivimos.
En tiempos de crisis, es posible que los alumnos necesiten aún más apoyo para lidiar no solo con las complejidades de una situación, sino también con las emociones, la ansiedad y el miedo que esta pueda producir.
Durante una crisis, es importante prestar atención a lo siguiente:
- Los espacios seguros que generamos
- El lenguaje que utilizamos
- Las conversaciones que mantenemos
- La información que compartimos
- Las sensibilidades que existen en nuestras comunidades de aprendizaje
Los educadores pueden utilizar las siguientes actividades con el fin de proporcionar a los alumnos un andamiaje para establecer conexiones significativas.